viernes, 3 de mayo de 2013

CRÓNICAS DE LA VIDA COTIDIANA

Una Rutina saludable:
Si estás intentando hacer algo positivo para tu vida y todavía no sabés cómo ni por dónde empezar, te cuento una forma sencilla.

"Traza un plan, o un mapa para tu día a día".

Despertarse un rato antes de lo necesario es muy bueno, así no tenés que hacer todo apurado y evitás ponerte tenso y nervioso.
Desayuná tranquilo, hacé algunos ejercicios de respiración y estiramiento y sin técnica alguna, si lo preferís en silencio o con música de tu agrado: repetí una frase de pensamiento positivo durante algunos minutos, para que tu cerebro la internalice. Por ejemplo: "yo soy feliz por estar vivo y poder realizar el bien un día más"
otro ejemplo: "yo soy todo lo que necesito para lograr que este día sea hermoso y me brinde felicidad" "Yo acepto mi posibilidad de perdonar y perdonarme y estar en paz" Podés formular cualquier frase que contenga un pensamiento positivo, repetirla al menos cinco minutos mentalmente y luego seguir tu rutina. Salir con tiempo a realizar tu trabajo. Evitar enojarte, pedir disculpas si en algún momento te invade el apuro y la locura. Procurarte momentos de descanso durante tu jornada, y volver a practicar tus ejercicios de respiración y estiramiento, esto es muy importante, ya que vas a mantener tu cerebro oxigenado y tu cuerpo cómodo. Vas a evitar el embotamiento y los dolores en tu cuerpo. Recordá comer y de ser posible alimentos frescos y sanos.
Cuando sea hora de regresar a casa, ocupá tu mente con algo lindo, si no estás al volante, escuchá música o de cualquier manera ocupá tu mente con algo que te de placer: hacer un crucigrama, mantralizar, rezar, pero por favor no te dediques a mirar las noticias policiales ni nada que reste paz a tu regreso a casa.
Al llegar a tu casa tené la deferencia de saludar a tu familia si vivís con ella... o al animal que te estuvo esperando todo el día... Intentá evitar tirarte delante del televisor y apagar tu mente creativa con un programa de chimentos, noticiero o novelas de ficción. Date un baño, ponete ropa cómoda, comé algo y descansá un rato y aprovechá el resto del día para hacer algo que le haga bien a tu Ser; salí a dar una vuelta caminando, si tenés jardín, patio, balcón o una ventana, contemplá como va cambiando el cielo para prepararse para la noche... Y luego prepará tu cena, o salí a cenar, llamá a las personas que amás y si te agrada leé un libro, investigá algo en la computadora, salí a tomar una clase de yoga o de lo que te encante y lentamente preparate para un descanso reparador... Por favor que no aparezca el ufa, mañana otra vez a trabajar, bendecí la posibilidad que muchos no tienen. Tenés una cama, abrigo, un techo, una puerta... y al día siguiente un trabajo que dignifica tu vida. Siempre agradecé. Y procurate varias horas de descanso... El fin de semana hacé lo que mejor te haga para sentir que la semana tiene días para el ocio. Eso ya entra enteramente en tu preferencia personal. Comprendé que tu felicidad está en tu decisión, no en la de otras personas, ni en la de un trabajo, ni en la de un sueldo que te paga alguien, ni en nada que no sea tu propia decisión.

Espero que esto solo sea una idea para que reflexiones que no sos esclavo sino dueño de tu propia vida, sea que sos un estudiante, una ama de casa, un empresario, un operario, o un desocupado... Y si me olvido de alguna condición incluíla. Tal vez estés impedido por enfermedad y pases el día en una cama o silla de ruedas... Todo es posible, recordá siempre que tenemos un regalo divino: nuestra voluntad y nuestra iniciativa, nuestra creatividad y nuestra humildad...



Te deseo lo mejor, 
todos podamos crecer juntos, comprender que vivir feliz y en armonía depende de cada uno.

Namasté.

Th. Klaudia Nellessen
Las Vryas
Salud Bienestar Imagen
4729-3899