luzvida: LUZVIDA - puntos de venta de wheatgrass orgánico (...: Te contamos los lugares donde podés adquirir nuestro wheatgrass orgánico. Si tenés cualquier consulta no dudes en contactarnos: (+54 11...
La Felicidad es el estado natural del "Ser". Podemos permanecer en la plenitud para "habitarnos" en el presente, transitando la vida con gozo...
jueves, 8 de octubre de 2015
domingo, 4 de octubre de 2015
Y DESPUÉS DE LA ILUMINACIÓN… ¿QUÉ? una caricia a las almas que atraviesen esta etapa
Una nota muy interesante y de sencilla lectura, completé con imagenes que abren aún más la comprensión, si te ha llegado al corazón, compartelo..
Klaudia Nellessen.
Y DESPUÉS DE LA ILUMINACIÓN...¿QUÉ?. LA "LETRA PEQUEÑA" DE LA ILUMINACIÓN.
LAS ETAPAS POSTERIORES A LA ILUMINACIÓN O "PUNTO CERO".
Por María del Carmen Ortega Molina
Klaudia Nellessen.
Y DESPUÉS DE LA ILUMINACIÓN...¿QUÉ?. LA "LETRA PEQUEÑA" DE LA ILUMINACIÓN.
LAS ETAPAS POSTERIORES A LA ILUMINACIÓN O "PUNTO CERO".
Por María del Carmen Ortega Molina
“No
sé hasta qué punto es peligrosa la energía kundalini. Qué se puede hacer o, qué
no se debe hacer, una vez se ha despertado, para que no dañe el cuerpo.
Tengo la sensación de que algo he estropeado, ya que los primero días de despertar fueron los mejores de mi vida, sin duda alguna.
Ando perdido, sinceramente, de modo que, si me pudieras explicar un poco como lo llevaste tú los primeros meses, me ayudaría mucho a entender cómo se desarrolla todo el proceso a nivel físico-mental.” (Xavi)
Tengo la sensación de que algo he estropeado, ya que los primero días de despertar fueron los mejores de mi vida, sin duda alguna.
Ando perdido, sinceramente, de modo que, si me pudieras explicar un poco como lo llevaste tú los primeros meses, me ayudaría mucho a entender cómo se desarrolla todo el proceso a nivel físico-mental.” (Xavi)
Llevaba un
tiempo con la idea de escribir sobre el tema que nos ocupa: Y DESPUÉS DE LA
ILUMINACIÓN… ¿QUÉ? .Son muchas personas
con las que interacciono las que tienen
interés en esta cuestión, pero ha sido el correo de esta persona amiga la que
me ha impulsado, nuevamente a tomar “el lápiz y el papel” y ponerme manos a la
obra.
Como siempre,
cuando me embarco en la escritura de algún tema determinado que
considero pueda
servir de provecho a otros caminantes del viaje interior, trato el tema
basándome siempre en mi propia experiencia y entendimiento, con la
intención de que pueda servir como rayito de esclarecimiento
a otras personas, o cuando menos, como un “toque en el hombro” que
infunda
ánimo en su camino. ¡No están solos!
Como ya he
contado en otras ocasiones, cuando la Kundalini asciende a través de la columna
y sale por la coronilla, produciéndose la Gran Iniciación, o el Bautismo, o la
Iluminación, o la Gran Reconexión con el Ser de Luz, la Plantilla Perfecta o el
Ser de Quinta Dimensión o Ser del Futuro…ocurre que esa persona ha ascendido en
su conciencia a dicha dimensión. Literalmente tiene “un pie” en el Futuro y el
otro pie en el pasado.
Se trata de
una iniciación interior. No es cualquier experiencia paranormal. Es una experiencia
“cumbre” y tras ella una persona ya nunca puede ser igual que antes. Se conecta
con una Luz-Amor, que no se puede confundir con otras experiencias llamadas
“espirituales” o psíquicas. La
Iluminación ocurre cuando tu alma está verdaderamente preparada para poder
sobrellevar la intensidad vibratoria de la Consciencia Crística. Ya que sólo
desde el Amor de esta Conciencia se puede acceder y abrir el “Libro de la Vida”
del alma: la MULTIDIMENSIONALIDAD.
Lo más significativo es que se siente un Amor por uno mismo y un estado de
Unión con el Todo, como jamás se había
sentido en este plano: “Tú eres mi hijo amado”. No es un amor de este mundo
basado en la dualidad ofrecido a condición de algo.
-
Cuando se alcanza la conciencia de quinta
dimensión se sale de la falsa ilusión de
ser víctima de las circunstancias o de lo que sea que nos rodee. Se entiende
que uno es creador y responsable de su
situación. Se toma conciencia de que su “granito de arena” es muy importante en
la ecuación total de liberación del Planeta. Se comprende que no hay que
cambiar a nadie más que a uno mismo y que al integrar la dualidad dentro de sí
mismo, ya está realizando el gran trabajo que vino a hacer en esta dimensión: ABRAZAR TODO DENTRO DE SÍ.
-
Se siente por primera vez y como nunca, la
propia individualidad como Ser Soberano y ya no se cede el poder a ningún
elemento externo procedente de la dualidad de la 3D y cuarta dimensión o Astral:
supersticiones, magia, rituales, soluciones y remedios externos, gurúes, religiones,
alienígenas, implantes, crisis…etc.
Pues bien,
tras haberse reconectado con el Ser de Luz en el Punto Cero, el ADN recibe una radiación
de altísimas frecuencias, procedente de la Plantilla Perfecta de Luz.
En esta
radiación se dice que Jesús fue vestido con el manto de poder luego de recibir
el Espíritu Santo; que el manto que recibió Apolonio es la posesión completa de sí mismo,
que aísla al sabio de las corrientes instintivas y que nosotros también
somos vestidos con ese manto de poder luego de recibir el Espíritu Santo.
En esos
momentos la persona tiene acceso directo a su Ser del Futuro, a una Nueva
Conciencia de Luz, pero se encuentra con el tremendo reto de seguir portando en
su ADN, el viejo programa procedente del consciente colectivo, de la Matrix,
basado todavía en la dualidad.
Ambos
programas coexisten a la vez, hasta que a base del trabajo de alquimia
consciente y amorosa de la Conciencia Crística, a la que se ha accedido
en la
Iniciación, se pueden integrar una por una todas las memorias celulares o
“yoes” o “aspectos”…etc. Que van emergiendo a la conciencia y que
simultáneamente van creando en paralelo
los escenarios externos (las circunstancias y los “argumentos” teatrales
que
interpretamos con otras personas,
familia, amigos…y “dramatizando” con ellas los yoes inconscientes) que
necesitamos para experimentar la identificación de tales
“memorias” y su consiguiente integración.
No es un
camino “de boquilla” ni de intelecto, es un camino de experiencia y de
realización tangible. No es un camino fácil. Los “yoes” con su correspondiente
carga energética-emocional, ponen su resistencia a “regresar a Casa”, a su
creador. Pero ahora, desde la Reconexión con el SER, desde el Bautismo, el
regreso es ineludible. Se ha abierto un “agujero de gusano” que conecta con el
Reino de los Cielos (Ser del Futuro) y todos los “yoes” comienzan a girar
alrededor de su “horizonte de sucesos” en una espiral cuyo giro se va haciendo
cada vez más rápida…hasta quedar engullidos por la anti-gravedad.
Verdaderamente
la imagen de la curvatura Eistein-Rosen,
se podría tomar como una imagen fidedigna de lo que ocurre con los “yoes” o
“memorias celulares” según se va produciendo el Proceso de Ascensión.
Conforme avanzamos en el Proceso de
integración, todos los yoes van confluyendo y agolpándose cerca del agujero
negro a modo de embudo. Así que la fricción que produce el reencuentro de sus
energías antagónicas, en la boca cada
vez más estrecha del embudo, es tremendamente feroz. Esto es lo que las
personas perciben como verdaderas y
agotadoras batallas internas.
Aquí el
intelecto, como no sea para identificar lo que nos está sucediendo, no nos
sirve para mucho. En estos momentos sólo podemos salir airosos de tan tremenda
batalla, con la energía compasiva e
integradora del corazón lleno del Amor Crístico, que concluye la guerra abrazándolo todo sin
juicio.
No se puede
menospreciar esta travesía, porque es un camino para los que tienen una
auténtica Voluntad de SER. Ya no sirven las máscaras, ni las teorías, ni los
viejos conceptos, ni los “títulos”, ni
la compra de “niveles”, ni los vericuetos y razonamientos mentales que servían
como excusa para escabullirse de la verdadera travesía y del dolor que supone
integrar las energías de los Yoes o “memorias celulares”.
Atrás se
quedan los “maestros” del intelecto, siempre dispuestos a decir qué se
tiene
que hacer y qué no, desde la teoría, desde todos los ángulos
mentales…pero sin haberse “remangado” los ropajes para meterse en la
ciénaga y atravesarla más
allá de la definición de las apariencias.
Y desde la otra orilla, dar las
indicaciones a los pupilos desde la experiencia propia vivida, la única
que
puede iluminar como un “faro” a los hermanos.
Comienza un
camino de gran confrontación con la Verdad en uno mismo. Un camino de total
honestidad con uno mismo. Un camino de criba. De quemar la cizaña acumulada. Un
camino que no puede realizarse sin el discernimiento que sólo procede de un
corazón ígneo, bautizado con el agua y el fuego del Espíritu.
Ocurre
entonces que la persona que ha recibido esta Gran Iniciación, tras los primeros
días de éxtasis, de conexión, de felicidad, de haber tocado literalmente el
Reino de los Cielos…no puede entender que la oscuridad vuelva a aparecer de
nuevo, pero esta vez intensificada. No es que haya aumentado, es que ahora la
persona ha pasado al otro lado del “velo” de la Conciencia y percibe las
energías con mucha más sensibilidad y sin la “amortiguación” que el “velo” originaba en su conciencia. Produce
desconcierto.
¿Qué me ocurre?
¿Si yo he “tocado” el Cielo…cómo puedo
sentirme ahora de esta manera?
Esa es la
gran pregunta que viene después del éxtasis, pero para tranquilidad de todos,
dentro de lo que cabe, decir con total rotundidad que ese estado de
desconcierto y aparente desconexión es: NORMAL.
No hay nada
malo en la persona. El proceso se desarrolla de esta manera. Después del
Bautismo viene el: PERÍODO DE DESIERTO.
Con la nueva
y tremenda entrada de LUZ…se ve con mucha más claridad, percibiéndose mucho mejor la SOMBRA del inconsciente.
La Sombra emerge con una virulencia
que no podíamos saber ni calcular antes de la experiencia. El contraste entre
la Luz y la oscuridad interna, se agudiza. Pero también contamos con el
“abogado” más grande que puede existir: “El Espíritu Santo os guiará a la
Verdad completa”.
Y la Luz va diluyendo la oscuridad…y realizando la Sagrada Alquimia…en el Sagrado
Proceso. Sólo necesitamos Voluntad de Ser
UNO (integrado) y armarnos de
mucha paciencia.
Bien, pues
recordemos que en esa reconexión de nuestro ADN que se produce tras recibir la
Gran Iniciación del Punto Cero (Bautismo) llevamos literalmente la mitad del
proceso realizado, el 50% del Camino interior. Ahora queda el otro 50% para
concluirlo.
Es de este
50% que queda por realizar, del que no se ha hablado mucho. Es la segunda parte de la Iluminación
y no se corresponde mucho con los conceptos preestablecidos que tenemos sobre
ella. De esta etapa se ha guardado silencio, tal vez porque ya se consideraba
demasiado logro si una persona hacía el
trabajo tremendo para llegar al estado de iluminación. No salían muchas
personas iluminadas y las pocas que había,
permanecían en los ásharm y en los monasterios, resguardadas de la
sociedad.
Ahora que
estamos en los tiempos de entrada de la “primavera galáctica”, cada vez hay más
personas que acceden a este estado de conciencia y se encuentran con el
desconcierto inicial que viene después del éxtasis. Confusión y
desconocimiento, que se puede dilatar en el tiempo, si la persona no sabe que
el posterior estado que deviene, es completamente normal del Sagrado Proceso.
Podríamos
comparar estas dos etapas bien marcadas, representadas en el inicio del Camino
espiritual hacia la Iluminación y la etapa posterior a ésta, con el Viaje del
Héroe.
En la primera
etapa, el héroe sale en busca de la Verdad y en la segunda etapa trae esa
Verdad conseguida para el enriquecimiento de la Conciencia de la raza. Lo que
ocurre a continuación es que los
congéneres no van a aceptar así como así…el “tesoro” que el héroe ha logrado en
su viaje, puesto que es un tesoro que no se amolda a las concepciones
materiales que tiene la “raza” de lo que debe ser el “tesoro”.
¡Menudo
trabajo de Amor, de asunción de no ser comprendido, de tenacidad, de paciencia,
de coraje…tiene que llevar a cabo, ahora,
el bendito “héroe”!. Sobre todo con las personas más cercanas.
No todos los
“héroes” se arman de la Voluntad Superior que se necesita, para traer esa
Verdad-Tesoro que se ha encontrado en el “viaje”, e integrarla en la materia de su cuerpo físico,
con su consiguiente proceso de Alquimia consciente, evitando así, que se quede
en simple filosofía retenida.
La hipnosis colectiva ejerce un poder de
adormecimiento nada despreciable y el “héroe” se ve envuelto por esta pesada
gravedad de la masa. Puede verse tentado
a “caer” en la “zona de confort” que supone el seguir el flujo seguro (por ser conocido)
de la gente que lo rodea y del grupo
social en el que se desenvuelve.
Hay dos grandes
trabajos para el “héroe” o heroína: la partida y el regreso. En este punto se
diferencian los héroes que son redentores de los que no lo son. Hay héroes en
los que el viaje termina cuando alcanzan la propia Iluminación y otros que
cumplen la etapa de regreso al hogar para redimir al grupo o apoyar a la
elevación colectiva al siguiente nivel de conciencia.
El “héroe”
redentor es el que se arma de la Voluntad Superior para atravesar todos los
escollos que supone el letargo de consciente colectivo y que le obstaculizan en
su propia REALIZACIÓN como REDENTOR.
Se trata de un “regreso” para seguir
realizando un proceso de elección entre lo que se llama: amar al mundo o amar a
Dios. Es decir, la elección entre someternos a las expectativas de los que nos
rodean y de los cánones establecidos
socialmente como “lo que debe ser” (en contra de nuestra Soberanía)… o por el
contrario: elegir Ser nosotros mismos, a
pesar de lo que digan u opinen los demás.
No hay que
menospreciar el gran esfuerzo y atención consciente que supone esta empresa. La
vieja creación, que antes era nuestra “realidad”,
no se va a querer desapegar así como
así.
La segunda
etapa del “viaje” no se trata de cambiar el exterior, sino de hacer el cambio
dentro de nosotros. En ese cambio que
vamos realizando dentro de nosotros mismos, en nuestro ADN, se efectúa de forma
simultánea el trocito de “redención” que nos trajimos al nacer, para aportar a la raza humana. Cuando
nosotros cambiamos, el mundo externo cambia (Física Cuántica).
Cada “héroe”
tendrá que lidiar con la densidad de su propio “viejo programa”. Por ejemplo,
no es lo mismo confrontar el programa prejuiciado, que heredaron los “héroes” que nacieron en los años 50, los
60...70…o los nacidos cercanos al “marcador” del 2012. Evidentemente los que
nacieron antes, lo hicieron bajo el movimiento denso de una espiral más lenta
que los que nacieron en la espiral más cercana al Punto Cero. Sin embargo los
primeros “héroes” una vez solventados los peligros y obstáculos de su camino,
serían los “faros” de los “héroes” que vinieran después, cuyo mayor peligro
residía en la tremenda inercia de la hipnosis colectiva y su consiguiente
empuje a múltiples evasiones que los mantuvieran dormidos.
No es lo mismo nacer en una familia con padres
de conciencia despierta, que nacer en otra en dónde predomine el “sueño”, por
muy preparado que se traiga el ADN. No
es lo mismo estar rodeado por la energía de personas despiertas que te ayudan,
por “resonancia”, a elevar tu “espiral”
hacia arriba…que estar bajo el influjo de energía pesada de personas dormidas,
que incitan a bajar tu “espiral” hacia abajo, o cuando menos, a enlentecerla.
Es la lucha
siempre entre el viejo paradigma sometido a las estructuras de rebaño dirigido…
y la nueva concepción iluminada que devuelve la Soberanía individual para, desde
esa verdadera libertad soberana, Ser Uno con
los demás, también soberanos, en la consecución del auténtico bien común.
Es cierto que
con esta iniciación se asciende con la conciencia a la quinta dimensión, o a la
Conciencia Crística, pero ahora toca
traer la Luz de esa Nueva Conciencia a la materia, a la tierra, al cuerpo
físico. Recurro de nuevo a la imagen de la “botella péndulo”, es tremendamente ilustrativa
de lo que ocurre internamente. Primero la espiral hacia arriba, hacia el Punto
Cero y luego la espiral hacia abajo para ascender también la materia, el cuerpo.
O la imagen
de la partícula y la onda. Lo visible y lo invisible.
Este giro en
la espiral de energías, de “yoes”, dentro de nosotros, confluyendo en el Punto
Cero para su integración, es un proceso intenso
que se va desarrollando paulatinamente. No se puede hacer de golpe,
aunque ahora está mucho más apoyado y acelerado por la propia alineación energética de la
Galaxia, del Sistema Solar y del Planeta y por muchas personas que han
realizado su trabajo de ascensión individual desde la Convergencia Armónica del
1987.
Estas
personas han servido de “esparring” de las radiaciones y
frecuencias que han estado llegando al Planeta desde entonces, recibiendo y “digiriendo”
las potentes energías para otros humanos que aún no tenían su sistema preparado
para soportarlas. Haciendo además de catalizadores y moduladores de dichas frecuencias elevadas,
con el fin de suavizar el proceso de cambio y Ascensión de la Tierra, sin la
necesidad de cataclismos extremos durante
dichos ajustes y cambios planetarios.
Tras esta
Reconexión o Bautismo, la persona queda sumida en las primeras mieles del
éxtasis sublime de una experiencia “cumbre”. Estará así durante una temporada
saboreando el inefable estado de conciencia de haber sentido el Cielo en la Tierra. Pero como el Proceso de Ascensión tiene que
continuar, pasada la etapa de arrobo, la
cruda realidad de tercera dimensión vuelve a resurgir y el entusiasmo que había
iluminado todos los rincones de la vida, queda velado, ahora, por un descenso
total hacia los inframundos internos.
La persona se
ve presa del desconcierto porque no entiende cómo puede sentirse en ese estado
de conciencia tan bajo, presa de todos los viejos dragones, si cabe, aún con
más fiereza por parte de ellos. La Luz se ha incrementado en su cuerpo y en su
conciencia, pero la oscuridad también parece que emerge ahora con mucha más
virulencia que antes.
Se esfuerza,
se desespera… no sabe cómo volver a las dulzuras del éxtasis que no hace mucho había saboreado y
que, ahora, le resulta imposible recuperar. De momento.
Queda un
complejo trabajo por delante para realizar y
acceder de nuevo al estado de éxtasis experimentado, hasta que llegue el
día en que se esté permanentemente en el estado de gozo de la Presencia.
El Camino
consiste ahora en ir integrando las
oleadas nuevas de Luz que van llegando, en la materia de sus cuerpos. Esto
supone que por cada ingreso de frecuencias más altas en el ADN, seguidamente
viene una nueva “zambullida” en los abismos del inconsciente, con sus
correspondientes “batallas” entre los yoes antagónicos, hasta que éstos van
pasando a través de la “curvatura Eistein-Rosen” que se abre en la
“singularidad” o “agujero negro” de nuestro chakra del corazón, integrándose con el Amor Incondicional que
procede del Espíritu Santo. El Observador silencioso.
También el
cuerpo nota las sucesivas entradas de Luz y sus consiguientes aumentos de vibración a los que no está acostumbrado, y
reacciona como un animalito que se contrae preso del temor ante esas energías
desconocidas (por no haberlas experimentado antes). Es entonces cuando los
dolores físicos se incrementan en las
distintas partes del cuerpo. En el pecho se siente una intensa presión que hace
temer por algún tipo de dolencia cardíaca y la cabeza también sufre sus
cíclicos dolores, a veces muy intensos, propios de la creación de nuevas
sinapsis y del aumento del tamaño de las glándulas pineal y pituitaria.
Las personas
al principio no son conscientes de que esto es un proceso que se va
desarrollando poco a poco. Hay que armarse de mucha paciencia y mucho amor por nosotros mismos para atravesarlo.
La gran
lucha surge de la negación que hemos aprendido de nuestra propia humanidad. Por
un lado está el ideal que se tiene desde la personalidad sobre qué significa
“ser espiritual” y por otra parte está la realidad de que estamos encarnados en
un cuerpo humano, con todo lo que eso conlleva de dualidad humana.
¿Cómo casamos
ese “ideal espiritual” que nos han enseñado desde el consciente colectivo, de
cómo debe ser un ser espiritual… con la humanidad que cada vez vemos con mayor
claridad en nosotros mismos, conforme las frecuencias de Luz nos llegan y la
Sombra emerge proporcionalmente a ellas?
Sí, fruto de
este ideal erróneo que se nos ha transmitido sobre la espiritualidad, aflora
una tendencia a negar nuestra propia humanidad con el consiguiente y proporcional sufrimiento.
¿Cómo va a
ser espiritual todo esto que siento?: Nos preguntamos.
De ahí la
gran negación y el gran sufrimiento al que quedamos sometidos por un largo
tiempo mientras transitamos el camino de la integración de la Sombra o
“memorias celulares”. De ahí tanta tribulación y tanta resistencia inconsciente
y dolorosa.
Nadie nos
enseñó que la única manera de ser un verdadero Ser Espiritual, es la
ACEPTACIÓN TOTAL DE NUESTRA
HUMANIDAD. Justamente en esto reside
nuestra LIBERACIÓN. Realmente somos
completos cuando asumimos nuestra SOMBRA.
La aceptación
de esas partes de nosotros que juzgamos como negativas o no espirituales,
porque las sometemos al baremo que llevamos impreso “a fuego” en la
programación de nuestro ADN, respecto a lo que cree el consciente colectivo sobre cómo debe ser el ideal espiritual.
Nos
transmitieron unos conceptos de espiritualidad, de santidad…inalcanzables.
Doctrinas que niegan la humanidad. Así que, ¿cómo vamos a poder ser santos
(según los cánones aprendidos, reflexionamos) si nosotros percibimos que la
Sombra, comprimida literalmente en nuestra carne, aparece cada vez más fuerte en la misma
proporción en que va siendo inundada por la Luz del Espíritu?
De esta
negación, desgraciadamente, surge el dolor, la enfermedad y el fanatismo que niega la Sombra y la proyecta fuera, en
los demás. Los otros son los malos y los negativos, así uno parece mantenerse a
salvo del “mal”.
Por eso se
llama Iluminación, justamente porque se accede al Plano de la Luz y desde ahí
se puede descender hacia el plano de la materia para iluminar la Sombra y poder
verla e integrarla con el Amor del Espíritu.
El Camino hacia
adentro exige mucho tesón, lucidez, compasión y mucha honestidad con nosotros
mismos para ver e identificar, todos los yoes, o “aspectos” inconscientes, que
campan a sus anchas dentro de nosotros demandando su porción de protagonismo y de
energía, en el marco de nuestra personalidad.
A todo esto,
el exterior no ayuda mucho a facilitar el curso de la mutación que estamos
atravesando, ya que interpreta el proceso sagrado y natural, como si fuera la
manifestación de una serie de patologías a las que ya ha etiquetado con
diferentes nombres para referirse a ellas. Sólo pueden comprenderlo las
personas que están trabajando en ello y saben por experiencia de qué se
trata este proceso y de cómo se
desarrolla.
Por ejemplo,
recuerdo que en los primeros meses después del ascenso de mi Kundalini, me
diagnosticaron con el Síndrome de Menière, porque tenía episodios de fuerte
vértigo junto con ciertos ruiditos en los oídos, como eléctricos, como
zumbidos, o como cuando se pasa el dedo por el borde de una copa. Por supuesto
que no me tomé la potente medicación que
me mandaron. Yo intuía que aquello debía de ser la energía actuando, aunque
entonces no había información sobre ello, pero yo ya había “visto” aquella
energía salir por mi coronilla después de atravesar el túnel azul-oscuro que ya
he relatado en otras ocasiones. Por supuesto que se me pasaron aquellas
molestias, y otras propias de la transmutación, por sí solas.
Copio literalmente este trocito bastante esclarecedor al
respecto, través de "Keshavananda"uno de los principales difusores del Tantra en el mundo de
habla hispánica como vía yóguica de integración completa del Ser, lo
que el Tantra ha llamado siempre "La Unión del Cielo y de la Tierra", o
la "bajada" de la Conciencia Superior (también llamada Conciencia
Crística o Supramental) al plano de la Tierra.
Erradiquen
de sus interpretaciones la tendencia a dar el significado de
"trastorno" a todo aquello que se sale de lo normal conocido. Esto
les confundirá. Si ustedes visitan un médico de la 3ª-4ª dimensión para que
intente por ejemplo decirles porqué están durmiendo no más de dos horas
diarias, los resultados serán catastróficos para ustedes, pues inevitablemente
dicho médico interpretará las cosas siguiendo sus esquemas conocidos, la
experiencia de su propia "realidad" que no podrá coincidir con la
suya, la realidad en la que realmente se encuentran ustedes viviendo ahora,
diagnosticándoles como trastorno lo que es para ustedes algo natural y
medicándoles o proponiendo soluciones médicas de la 3ª-4ª dimensión. Cuando
esto se produce, la distorsión y la confusión de su cuerpo energético puede
llegar a ser enorme y de muy complicada recuperación, al estarse mezclando
realidades de diferentes dimensiones que desequilibran profundamente su campo
energético y su conciencia. El transito a través de estos profundos cambios que
llamamos el regalo de la "Ascensión", exige una definitiva toma de
poder en ustedes. Dejen radicalmente de aplicar los viejos esquemas victimistas
arraigados en su vieja conciencia que les llevan a renunciar a su propio poder
de visión y discernimiento, entregándolo a otros. Dense cuenta de que el tan
extendido hábito programado en su conciencia colectiva en los últimos tiempos
de renunciar a su poder en aras de un "¿qué me pasa doctor?" ha sido,
como otras, una programación cuidadosamente instaurada en el mental colectivo
de la humanidad
Cada vez hay
más personas que están realizando el Gran Trabajo de Integración dentro de
ellas, pero quiero dar un “toque en el hombro” de ánimo a los que estén
haciendo este proceso auténtico hacia el interior y no se sientan comprendidos
por los grupos “happy-espirituales”, Nueva Era, grupos religiosos tradicionales,
o grupos espirituales con su estructura piramidal que exige una entrega
energética, tácita, al correspondiente “cabeza” del grupo. Que
tengan presente, que estos grupos no van a entender nunca (hasta que no lo
experimenten cada miembro individualmente) que una persona que está en un
proceso de verdadera autorrealización, pueda sentirse con ese aparente o real
caos. Con un sinfín de molestias físicas, anímicas, mentales y circunstanciales,
fruto de la mutación real que están atravesando todos sus cuerpos…
… Y que tal
vez la interpretación que salga de estos grupos, es que la persona que
realmente ha sido iluminada, no puede según ellos, estar iluminada y que esa
persona está haciendo algo mal, o hay algo malo en ella, ya que no se amolda a los estereotipos establecidos
de iluminación. Porque una de las ideas que subyace en muchos de estos grupos
es que, un iluminado tiene que tener muchos “poderes” paranormales, muchas experiencias extraordinarias, vestir
de una manera determinada, tener muchos adeptos que lo sigan y lo adoren, y
estar perfecto de salud siempre… las
personas que se muestran sencillas y normales no pueden ser, según ellos, iluminadas… en
fin… todo lo contrario a lo que está experimentando en su interior y en su
vida, un auténtico, recién iluminado.
Por supuesto
que las facultades superiores y las experiencias extraordinarias son
inherentes al Espíritu y que, todas las personas que vayan encarnando la
multidimensionalidad del Espíritu en ellas, tienen acceso a esas capacidades
superiores, pero eso deviene en la persona que va creciendo en Conciencia de una manera natural y cuando van
aconteciendo, se acepta con serena alegría y sin las estridencias del ego.
Vaya desde
aquí mi apercibimiento ante las
deducciones ignorantes que pueden emitir algunos grupos o personas, sobre los
realmente auténticos. Estas apreciaciones desacertadas, pueden resultar dolorosas, pero también nos
ayudan a posicionarnos en el respeto por nosotros mismos ante cualquier
interpretación externa, no amorosa, que se haga sobre nuestro proceso y sus
síntomas, y a recuperar así, nuestro verdadero
poder de autoafirmación para desmarcarnos del viejo programa que ellos
representan. Ellos son el reflejo de nuestros viejos yoes que se nos han
quedado obsoletos para continuar en la nueva etapa.
¿Cuánto
tiempo puede durar la travesía de este proceso hasta acceder a la siguiente
iniciación: integración del Cuerpo de Luz?
Yo no sé
cuánto dura este tránsito en las personas hasta llegar al siguiente peldaño.
Supongo que dependerá de muchos factores tanto internos como externos. Por
ejemplo, ahora que estamos en pleno Punto Cero de ascensión planetaria, esto
significa que las personas tendrán mucho
más apoyo e ímpetu para realizar este tránsito más fácilmente, que las que
tuvieron que hacerlo hace años. Ahora, no sólo se cuenta con la energía
planetaria a favor, sino que hay muchas personas realizando el proceso
consciente y mucha más información.
No obstante
la dinámica de la travesía es común a todos. El “péndulo dibujante” se
despliega en todos los casos de esta forma en general, aunque como ya hemos
apuntado, cada alma experimentará sus
propias circunstancias y matices, en su
individual ascensión.
En mi caso, me
costó un periodo de siete años atravesar lo que se ha llamado el “Valle del
Miedo” (la travesía de la Sombra). Esto no quiere decir que todos tengan que
pasarlo en ese tiempo. Puede que algunas lo atraviesen antes y otras tal vez
tarden más…Lo desconozco.
Aunque, sí he
leído sobre la experiencia de otras personas que hicieron el Camino en tiempos
pasados y tiempos más cercanos, y todas
coinciden en la sucesión de “noches oscuras” a lo largo del camino
espiritual. El título del libro “DESPUÉS
DEL ÉXTASIS, LA COLADA” (Jack Kornfield), lo dice todo.
EL MIEDO Y LA MULTIDIMENSIONALIDAD.
Como añadidura a lo que escribí entonces y en el intento
siempre de que pueda servir de algo para
otras personas, podría decir, que analizando posteriormente el por qué, de la
caída en semejante estado de miedo, ocurrió lo siguiente:
Resulta que una vez que atravesé el estado del éxtasis,
después de experimentar cómo la energía kundalini salía por mi coronilla, que
ya expuse en el vídeo titulado: DESDE EL DESPERTAR KUNDALINI HASTA CONVERTIRNOS
EN PORTALES DIMENSIONALES
me
encontré que por un lado había
experimentado de primera mano qué era sentir el Cielo en la Tierra, por
otro
lado la luz y la capacidad de ver y comprender desde el corazón habían
aumentado exponencialmente, por otro,
me encontré que en la misma proporción que había entrado la Luz,
comenzaba a
salir a borbotones contenidos acumulados en la Sombra de mi “memoria
celular”, más
la confusión que me producían todos los
Yoes “regresando a Casa” (a mi Conciencia despierta), y por otro lado
las circunstancias difíciles que me rodeaban, parecía que se habían
agudizado.
A todo esto
añadir que en esa nueva posición, yo ya no veía las cosas como antes. Me había
liberado de un montón de creencias y
bloqueos que me habían
condicionado mucho en mi vida y conducido a la creación circunstancial que
tenía en esos momentos. Había sido una liberación instantánea. Aunque la inercia de las
complicadas circunstancias creadas,
continuaban… Sin embargo yo ya no era la misma que antes. Ya no sentía
igual, ni veía la vida igual, ni podía seguir actuando de la misma manera…
… Pero no
sabía cómo hacer ante lo que tenía creado, aunque hubiera sido de manera
inconsciente.
Había entendido muchas cosas y “atado muchos cabos sueltos” con la enorme entrada de Luz y Amor. Aún
entonces, sin tener conocimiento previo sobre todo este Camino, supe que
aquella iniciación había sido un Bautismo. Lo que no sabía era que ahí no se
acababa todo. Que había una segunda parte y que aquel estado de éxtasis se iría
diluyendo con el tiempo. Que vendrían nuevas entradas de luz y sus
correspondientes salidas de oscuridad. Tampoco sabía lo que me esperaba a continuación,
ni tenía la maestría para manejarme con todas las emociones que emergían a
borbotones, inundándome la conciencia. Mi tendencia al principio era
reprimirlas y negarlas. Mecánicamente o
por hábito, seguía aplicándome el juicio del mundo cuando se disparaban tales
emociones catalogadas por él, como negativas: ¡Un ser espiritual no puede
sentir esas emociones!
Entonces
(hace 15 años) yo no sabía que las emociones sólo son emociones. Que no son ni
buenas ni malas. Son humanas y hay que respetarlas todas y sentirlas.
La presión en
mi interior aumentaba como una olla exprés. Los “aspectos” multidimensionales o
“yoes” presionaban para entrar por mi singularidad “Eistein-Rosem” del corazón.
Yo reprimiéndolos por desconocer de qué se trataba todo. Mis complejas circunstancias
externas seguían demandando mi energía y
abnegación, como siempre, como hacían
antes de mi iniciación. Encima, desde mi desconocimiento, interpretando lo que
me estaba ocurriendo como un “callejón sin salida”. Sin encontrar lectura que
me diera luz a lo que me sucedía. Sin encontrar personas que tuvieran
conocimiento real de este proceso, al contrario, teniendo que soportar algunas ignorantes interpretaciones… El caso es que mi
organismo ante tal grado de estrés continuado y sin la capacidad, por todas
esas razones que he expuesto, de cambiar la dinámica en la que me encontraba,
se vio inundado de pura química de adrenalina circulando por todas mis venas y
tejidos de mi cuerpo, y yo quedé inmersa en el penoso estado de un miedo
paralizador durante siete años, que ya relaté en el ensayo que antes he
apuntado.
Al principio
de recibir la Gran Iniciación, yo no sabía que cuando una persona accede a la
conciencia de quinta dimensión es porque ha transcendido la dualidad. Es cierto
que yo llevaba muchos años haciendo un trabajo consciente de
“automejoramiento”. Me había disciplinado durante mucho tiempo en no juzgar a
nadie y había llegado a un punto de mirar con mucha compasión el por qué, de la
actuación de cada alma. Tenía muy presente que antes de enjuiciar a alguien,
debíamos “andar en sus mocasines durante tres días y tres noches” (según el
proverbio indio) y luego, a ver si éramos capaces de emitir un juicio sobre esa
persona.
Bien, pues yo
no sabía entonces, que cuando la Kundalini ha salido por la coronilla de una
persona, es porque ésta ha logrado llegar al Centro, al Punto Cero,
fuera de la polaridad, la única forma en que la Kundalini puede ascender. Y
tampoco sabía que en esos momentos se accede al Vacío, a los espacios
multidimensionales del SER. Bueno, de hecho yo no sabía antes de la experiencia
que ya he contado en mi vídeo, que la kundalini existiese tan siquiera. Esa experiencia
marcó un antes y un después en mi vida. Se me habían abierto las puertas a la
multidimensionalidad, pero yo no tenía conceptos ni entendimiento de lo que
esto significaba aquello. Era complejo.
Además, existe
en nosotros una tremenda inercia visceral y supervivencia animal, a contraernos frente a esos espacios
multidimensionales del Vacío Desconocido. Una especie de miedo instintivo a
perdernos por ellos. De ahí que echemos mano de la mente como “herramienta” de
control.
Es por ello, que intentamos
interpretar lo que nos ocurre en esos momentos, bajo los viejos conceptos
mentales, para proporcionarnos la falsa sensación de un falso dominio. Sin
embargo eso precisamente dificulta mucho más el flujo del proceso: nos
autoengañamos y por tanto bloqueamos la energía.
La mente y sus análisis (detrás de las
barreras) ya no nos sirven para atravesar esos espacios multidimensionales. No
hay conceptos en el mundo tridimensional, que puedan definirlos. La única
manera de cruzar y movernos a través de la multidimensionalidad es SENTIRLOS. Es meterse en el “ruedo” mismo…en la
experiencia…y en lo que se siente en la experiencia en esos precisos momentos
en los que se está desarrollando…más allá de permanecer tras las barreras del
intelecto.
Bien, pues
así pasé a estar atrapada bajo una red
neurobioquímica basada totalmente en el miedo. Fue un “salto cuántico”, pero esta
vez a la inversa… hacia la dimensión del miedo.
A veces tenía
la sensación de estar atrapada en un cuerpo…todo él me molestaba. Recuerdo que
la ropa me molestaba, los zapatos me molestaban, no soportaba que me apretase
nada. Todo me daba agobio. Era una sensación como de estar en un traje de buzo
en el fondo del mar soportando la
presión del agua en las profundidades marinas.
La verdad que
era un contraste tremendo: de haber conocido la ligereza y el éxtasis del
Espíritu…a verme metida en el pesado “traje de buzo y su escafandra”
Fue una etapa
muy difícil, de gran trabajo y
constancia por mi parte, que no podía haber atravesado si no hubiera sido porque
ya me acompañaba la Luz, el Amor y la inquebrantable Voluntad de rendirme al
Espíritu con el que me había quedado reconectada en la iniciación del Bautismo.
Gracias a Dios, pude atravesar el
“Valle del miedo” y la Luz se hizo de nuevo en mí, pero esta vez de una manera
estable. Realmente el Sol quedó tapado temporalmente con los nubarrones, pero
nunca dejó de estar arriba, volviendo a calentar nuevamente con su luz cuando
las sombras se disiparon.
El Valle del
Miedo no estaba fuera de mí. No era un lugar externo. Estaba localizado en mi
propia carne, en mi “memoria celular”. Por eso también mi cuerpo se vio
envuelto en una serie de síntomas y somatizaciones que reflejaban todo lo que
energéticamente estaba deshaciéndose en mí. Toda la bioquímica procedente del viejo programa, que se
enraizaba dentro de mí como tentáculos alimentando al consciente colectivo, se deshacía una por una.
Me estaba disolviendo, literalmente, como la oruga se disuelve dentro de la
crisálida en un tipo de sopa primaria mientras cambia la codificación de su
ADN.
Por supuesto
ahora estoy hablando y escribiendo todo este episodio por si puede servir de
“faro” a alguien, pero todo aquello ha quedado ya muy lejos y aún hoy en día,
me asombro gratamente del trabajo hecho y del remanso de paz que he encontrado
como estado de conciencia habitual. Eso junto a la maestría que he adquirido para estar en mi centro, o
regresar pronto a él, cuando lo pierdo, y manejarme con las frecuencias energéticas que
siguen entrando en cada momento, con la
consiguiente expansión de mi conciencia.
¿Cómo superé
todo aquello? ¿Cómo logré atravesar el Valle del Miedo y salir airosa de él?
Pues la
verdad que gracias a la Voluntad Superior de rendirme y transcenderme a mí
misma, que me fue insuflada desde mi Espíritu en la Iniciación del Punto Cero.
No hubiera podido tener fuerzas de otra manera para tamaña empresa.
Esa Voluntad
Superior fue la que me hizo confrontar
una por una todas las memorias celulares de miedo que emergían y me
paralizaban, hasta que todas pasaron al “otro lado” de la Luz a través de mi
“singularidad” del corazón ígneo, que las transmutaba con el Amor Incondicional
por mí misma.
Podría
contar muchas anécdotas, algunas graciosas… y otras que me hicieron llorar
muchas veces, pero me alargaría mucho y sé que cualquiera que esté pasando por
ello o lo haya pasado, se las puede imaginar.
Ahora lo
estoy compartiendo como una pequeña aportación desde mi experiencia. Nada fue
casual. Tampoco el que esté escribiéndolo hoy. Cada uno tenemos una posición
estratégica, muy bien orquestada, en el Gran Puzzle de la Vida para que la
Conciencia siga expandiéndose en él.
Es posible
que tras el esperado Solsticio de Diciembre, muchas personas experimenten la Gran Iniciación que ha
recibido nuestra Madre Tierra. Es
posible también, que cunda entre ellas el desconcierto que viene después del
éxtasis.
Así que con
la esperanza de haber aportado un poquito de luz y una caricia a las almas que
atraviesen esta etapa, para que entre todos, se aligere exponencialmente el
paso a través de las Sombras. Paso que es la “segunda” parte, o la “letra
pequeña”, del Proceso que sigue a la Iluminación.
Y el
recordatorio de que únicamente se puede atravesar la segunda etapa con una
Voluntad Superior, inquebrantable, de REALIZAR AL SER. Tantas veces
desfallezcamos… tantas veces nos levantaremos. Con mucho amor, respeto y
consideración por nosotros mismos. Reconociendo y siendo conscientes de la obra
que estamos haciendo. No hay otro método.
Llega un
momento en que todo está realizado y nosotros podemos permanecer en el gozo
permanente de la Presencia. Redimidos. Es aquí cuando tenemos la inocencia y
espontaneidad de un niño que sencillamente juega y se maravilla con la experiencia que supone:
VIVIR...
…Vivir SIENDO, sin cuestionarse nada más.
En este punto
nos hemos acostumbrado tanto a llevar el traje de “buzo”, que ya ni lo notamos ni nos molesta,
pudiendo desplazarnos con total ligereza
y disfrute por los “fondos marinos” de la Vida. Sencillamente experimentándola
tal como se presenta. Esa es la verdadera LIBERTAD.
Es entonces cuando percibimos y
experimentamos los milagros de estar en la Conciencia Crística, nuestro estado natural
del SER. Verdadero estado de co-creación,
porque ya lo que se co-crea se realiza sin tensión… desde el Reino de
los Cielos.
Una vez
expuesto todo esto, creo que de momento es suficiente. Tengo en mente hablar
sobre los “yoes” o aspectos interiores y
la manera de “apoderarnos” de las emociones que ellos representan en nosotros.
Pero eso ya queda para otra ocasión.
Un abrazo con
todo mi cariño y reconocimiento, junto
con un “toque” en el hombro lleno de
ánimo, para los “héroes” de la Realización.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)